La neuroeducación: el método eficaz del siglo XXI.

La neuroeducación: el método eficaz del siglo XXI.

¿Aprender jugando? ¿preocuparnos por descansar? ¿gestionar nuestras emociones? ¿divertirnos aprendiendo? ¿Inteligencias múltiples? Seguramente esto nos parece alejado de la realidad que vivimos y del modelo de educación que experimentamos, pero ¿por qué nuestros hijos necesitan de otras estrategias de aprendizaje?

La educación tradicional implicaba aprender memorizando, consultando enciclopedias y teniendo como eje principal a los docentes con sus cátedras de horas. Sin embargo, la educación del siglo XXI se basa en apoyar el desarrollo cerebral de los niños para un adecuado funcionamiento, es decir, que a través del dinamismo, la gestión de emociones, y la atención semipersonalizada, entre otros factores, se logra un ecosistema educativo íntegro para el óptimo proceso de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes.

Cuando logramos entender cómo funciona el cerebro en medio de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, logramos optimizar la educación. Gracias a los avances en la neurociencia, actualmente se han logrado determinar algunos aspectos que nos permiten entender cuáles son las mejores herramientas para que nuestros hijos aprendan y disfruten de un camino de  conocimientos que pueden ser aplicados. Para esto, una de las premisas más importantes de este modelo es tener en cuenta la individualidad; es decir, que desde el colegio entendamos que cada estudiante aprende de forma diferente y tiene habilidades particulares e inteligencias diversas (por ejemplo la lógico-matemática, lingüística, espacial, musical, entre otras).

El Colegio Wesleyano del Norte, es destacado a nivel nacional entre colegios y medios de comunicación como un pionero de integrar en su modelo la neuroeducación como la mejor aliada para estudiantes y futuros profesionales del siglo XXI.



¿Cómo lo logra?

Uno de los métodos a destacar son las escuelas electivas que tienen disponibles tanto en primaria como bachillerato con el fin de que nuestros hijos exploren y encuentren su vocación, tras pasar por distintas clases “poco convencionales” con respecto al modelo educativo tradicional, pero pensadas en las profesiones y oficios de todas las áreas (robótica, diseño, marketing digital, teatro, idiomas, entre otros), que son destacables en el siglo XXI.  Además,  integra otras características propias de la neuroeducación como: 

 

  • La mezcla del juego y el aprendizaje permiten que el cerebro de nuestros hijos liberen dopamina, lo que aumenta la motivación, interés y curiosidad, estimula el desarrollo social, físico y cognitivo, dependiendo del enfoque que el profesor utilice para trabajar ciertas competencias.
  • A través de la experiencia y de la prueba y error, nuestros hijos pueden comprender ciertas temáticas de manera más autónoma, de acuerdo a su ritmo y facilidad. Así como los docentes, toman un papel de guías o facilitadores de conocimiento, más no de catedráticos.
  • Se da relevancia al manejo de emociones, a incentivar el desarrollo socioemocional desde las aulas y al desenvolvimiento de habilidades para una óptima comunicación asertiva.